... este era el deseo del constructor para el proyecto Tirol Lodge. Su fruto no fue un bloque hotelero con forma de cubo, sino todo un pueblo de chalés con 171 habitaciones en la localidad austriaca de Ellmau. Un refugio peculiar en pleno paisaje de montaña del Wilder Kaiser, con acceso directo a pistas de esquí, una piscina exterior calefactada durante todo el año y una sauna con vistas panorámicas a los Alpes. Sin embargo, el material supuso un reto para el arquitecto Bruno Moser, pues la madera siempre se encuentra en movimiento. Este aspecto puede resultar problemático, especialmente en los cuartos de baño. Las fugas de silicona podrían rasgarse, pasar a ser inestancas, lo que podría provocar daños de humedad en la madera.