El placer puro es cuestión de forma
Ducharse, bañarse y lavarse forma parte de nuestros más valiosos rituales personales desde hace mucho tiempo. Es hora de otorgar a estos momentos un marco que cree espacios de bienestar individuales mediante estética, sensualidad y funcionalidad.
La medida exacta, radicalmente sin florituras: materiales selectos, formas claras y colores estudiados. Qué tranquilizante, ¿verdad? El mero hecho de pensar en una configuración de cuarto de baño purista ya surte efecto. Nuestros cuartos de baño por fin reciben la atención que merecen. Se acabaron los espacios húmedos que cumplen su función sin personalidad: ahora irradian carácter y funcionalidad estética a raudales.
Atemporalidad, purismo... respaldados por conceptos como la sostenibilidad, la durabilidad y el valor. En los tiempos efímeros, el diseño de baños purista invita a mirar hacia el interior, recogerse y desconectar.
Cuando todo lo superfluo desaparece, lo que queda es la perfección. Y si nos ceñimos a lo esencial, los detalles adquieren una mayor importancia.
Cuanto más claro el lenguaje formal, más protagonismo gana el material. En nuestros elementos de baño, es el acero al titanio vitrificado. Este material sorprende con una ligereza y sensualidad inesperadas. Gracias a los delicados cantos exteriores, los elementos parecen integrarse fluidamente en su entorno. 8 milímetros: esta es la altura de los bordes perfilados de nuestras bañeras BetteLoft, BetteLux y BetteStarlet Spirit y nuestros lavabos. 8 milímetros que muestran lo que significa la reducción en perfección artesana.
Cantos claros que, en lugar de molestar, se integran fácilmente entre sí. Estructuras fluidas por las que se desliza la vista: relajada, entusiasmada, concentrada. Los elementos parecen flotar en el espacio. Los cuerpos claramente definidos se integran, se ordenan e irradian una serenidad atemporal.
Milímetros en el baño. Espacio en la cabeza.
Precisión y canto claro:
nuestro borde perfilado de 8 milímetros.
Somos unos perfeccionistas empedernidos. Nuestro equipo realiza un trabajo artesano impoluto y produce productos de baño que convencen hasta en su más mínimo detalle: incluso aunque sea tan filigrana como el borde perfilado de 8 mm.
¿Que qué es lo que hace falta para dar forma a una platina de acero y convertirla en una bañera o un lavabo con uno de estos cantos exteriores tan reducidos? Un montón de calor, presión, energía y maestría. Pero sobre todo la pasión y la experiencia de los hombres y las mujeres que fabrican exclusivamente lo mejor para Bette en nuestra planta de Delbrück.
250 toneladas
de presión estampan el borde perfilado. El equivalente al peso de 50 elefantes.
40 segundos
dura el proceso de estampado.
1000 toneladas
actúan sobre el acero durante la embutición del cuerpo interior.
250 μg
es el grosor de la capa de BetteGlaze®, que a pesar de ello es extremadamente resistente y robusta.
45 kg
es lo que pesa una bañera con borde perfilado.
6 kg
es lo que pesa un lavabo con borde perfilado.
26 cortes
se requieren durante la producción, para poder lograr la forma óptima de nuestros materiales de gran calidad para ti.
850 grados
A esta temperatura el acero y el vidrio se fusionan de forma duradera formando la superficie impoluta BetteGlaze®.