La primera casa unifamiliar homologada de Alemania construida con el proceso de impresión de hormigón en 3D se encuentra ya en Beckum, en la región de Münsterland. La instalación de una bañera Bette y dos platos de ducha Bette demuestra que se trata de un proyecto modelo visionario, de calidad y sostenible. Para los planificadores y arquitectos, la impresión 3D supone un alto grado de libertad en el diseño de los edificios. Si la tecnología se pone de moda, en el futuro podrán realizarse formas que sólo serían factibles con un gran gasto económico utilizando los métodos de construcción convencionales. El edificio residencial de dos plantas en Beckum, con unos 160 metros cuadrados de espacio habitable, también se creó primero en tres dimensiones en el ordenador antes de que la impresora de hormigón 3D lo imprimiera todo con precisión centimétrica. Y eso se hizo en el transcurso de unos pocos días. ¿Cómo funciona? El cabezal de impresión escupe el hormigón como si fuera una crema de una bolsa de chorros. A una velocidad de hasta un metro por segundo, se desplaza a lo largo de su trayectoria programada sobre un armazón metálico instalado permanentemente. Capa a capa, las paredes de un edificio crecen hacia arriba.